El café espresso: ¿en cápsulas o tradicional?

Café expreso en capsulas

Desde que la firma Nestlé lanzara al mercado sus famosas cafeteras que funcionan con cápsulas monodosis, se han convertido en la tendencia más popular entre los fanáticos del buen café en casa. Pero ello no significa que las cafeteras hogareñas tradicionales, que ofrecen preparar la infusión directamente agregando el café molido en su filtro, no puedan dar un buen resultado.

La gran ventaja de las cápsulas es la rapidez y comodidad. La dosis exacta para una taza perfecta, y un resultado casi garantizado. Sin embargo, han surgido algunas opiniones contrarias, relacionadas más que nada al medio ambiente y la salud.

En efecto, las cápsulas de aluminio son un residuo importante, dado que se requiere de mucha energía para extraer este material. Pero desde Nespresso – por ejemplo – se han implementado distintos programas de reciclaje para subsanar esta cuestión.

Otro tema es el rumor – ampliado en redes sociales y cadenas de correo – de que el aluminio de las cápsulas tiene potencial efecto cancerígeno. Aumentado por la presión y las altas temperaturas a las que se lo somete en el proceso de preparación. Incluso, se dijo que Alemania habría prohibido las cápsulas por este motivo. La realidad es que esto no ocurrió, ni existe evidencia científica que avale estos temores.

Una objeción más que se suma a las cafeteras a cápsula, se relaciona al furano. Un compuesto toxico que la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer lo ha incluido como posible carcinógeno en humanos. Al realizar el café con cápsulas, la infusión tiene un nivel más alto de este compuesto. Se cree que esto es porque la cápsula hermética evita su evaporación y también por la presión tan elevada del agua, que favorece la extracción del compuesto.

No obstante, los niveles obtenidos en una taza de café realizado con cápsula monodosis, son seguros para la salud. Aunque resulten intimidantes para muchos consumidores.

Las cafeteras tradicionales, con algo de práctica, permiten obtener un café de muy buena calidad. Son más baratas y también es más barato comprar el café por peso. Sin mencionar el placer de elegir la variedad, de molerlo en el momento, de disfrutar de su aroma. No son una mala opción, en especial si se es un tomador asiduo de café.

Las cafeteras de monodosis, son por otra parte una buena opción para bebedores ocasionales, que no tienen intención de perfeccionarse como “preparadores”.

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