Cafeteras eléctricas. Diferencias, pros y contras de las formas de hacer el café

Cafeteras eléctricas

Ya hace algunos años se han vuelto populares las cafeteras eléctricas hogareñas, principalmente incentivadas por el devenir de nuevos estilos de vida mucho más dependientes de los tiempos, lo que ha llevado a buscar formas de disfrutar del sabor de un café de calidad en el hogar y en mucho menos tiempo.

A partir de ello es que han surgido diferentes tecnologías, cada una con sus ventajas y desventajas, y que han llevado a un nuevo auge en la forma en que se consume el café en prácticamente todo el mundo y ha disparado las acciones de empresas como Nestlé luego de haber estado casi al borde de la quiebra.

Dos ejemplos diferentes de estas nuevas tecnologías pueden encontrarse en las máquinas con sistema de cápsulas como las de Nestlé Dolce Gusto y las máquinas que utilizan bolsas individuales o de monodosis como la Senseo de Philips.

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Un poco de la historia de las cafeteras eléctricas

Sin embargo, la historia de las cafeteras eléctricas se remonta a comienzos de los años 60. Más precisamente a 1961, cuando se presentó la famosa Faema E61, primera máquina eléctrica para hacer café que se basó en la cafetera espresso patentada por Angelo Moriondo en Turín en 1884. En este caso, la E61 fue la primera máquina que utilizó una bomba volumétrica para dar al agua la presión ideal de 9 atmósferas y lográndola mantener constante durante todo el proceso de elaboración del café.

Esta cafetera eléctrica, sin embargo, no fue concebida para uso hogareño. Esto recién sucedió en la década del 70 cuando la tecnología de goteo basada en un sistema que Gottlob Widmann había inventado en 1954, fue copiada para el desarrollo de cafeteras de  varias marcas que las distribuyeron principalmente por todos los Estados Unidos.

¿El secreto de su éxito? Su bajo precio y su diseño sencillo hacía que cualquier persona pudiera utilizarla con resultados relativamente buenos. Se introducía el café molido en un filtro, se llenaba un depósito con una cierta cantidad de agua y, tras apretar un botón, solo había que esperar unos minutos para tener una jarra llena de café listo para beber.

A pesar de que las máquinas por goteo fueron muy populares, todavía tenían una desventaja, aún más notable para el mundo moderno, el tiempo. Las cafeteras por goteo estaban diseñadas para producir jarras completas de café, lo que llevaba ¿mucho tiempo?. Las nuevas máquinas automáticas de café, junto con la tecnología de las cápsulas lograban un tiempo de elaboración de una taza de café muy corto, con lo cuál se completaba el círculo.

Dos nuevas tecnologías de cafeteras

A partir del éxito de Nestlé con el desarrollo de la cafetera Nespresso, introducida en Suiza, Italia y Japón en 1986 pero logrando su mayor despegue en los 90 con la ampliación de las variedades de café y mercados, se produce una nueva carrera en el desarrollo de máquinas de café que divide la industria en dos. Máquinas de café más basadas en las tradicionales cafeteras espresso y que utilizan la nueva tecnología de cápsulas y cafeteras que mejoraron la tecnología de goteo consiguiendo hacer el café en menos tiempo, en detrimento de la cantidad de café que realizan en cada lote.

Café en cápsulas

A pesar de que la tecnología de cápsulas fue desarrollada por Nestlé, el día de hoy existen varias marcas tanto de cafeteras eléctricas como de cápsulas que compiten en el mercado y en la mayoría de los casos, son incompatibles entre sí. Esto hace fundamental la elección de la marca, lo que va a definir las posibilidades de sabores y costo de tomar una taza de café, y en algunos casos de otra bebida, durante toda la vida útil de la máquina.

Por ejemplo, Nestlé sumó la marca Dolce Gusto, que permite una mayor cantidad de opciones de bebidas, incluyendo chocolatada y té. Dolce Gusto también incluye un mayor número de tamaños de taza, lo que permite un café de mayor tamaño en comparación con el café Nespresso, que tiene un café que a algunos les parece un poco chico. Esta marca de Nestlé también resulta ser más económica, tanto en las máquinas como en las cápsulas, pero también menos selecta. Consiguiendo cafeteras desde aproximadamente los 50 Euros y paquetes de 16 cápsulas de Dolce Gusto por menos de 4 Euros.

Las variedades en cápsulas de Dolce Gusto incluyen el Espresso Intenso, Ristretto, Lungo, Americano, Café de Perú, Colombia y Honduras en café solo, y en Café con Leche, Cappuccino, Latte Macchiato, y varios sabores de tés y chocolates, sólo por nombrar algunos.

Café en bolsas individuales

Otra de las opciones de tecnología está en la marca Senseo de Philips, cuya misma empresa lo define como un café diferente al de una cafetera expreso. Es un proceso más parecido al original de goteo, que produce un café con una delicada capa de crema arriba.

En esta opción, las bolsas individuales o monodosis producen un café rápido y fácil de hacer en menos de 30 segundos, teniendo la opción de realizar hasta dos tazas en el mismo proceso. También da la posibilidad de utilizar dos monodosis para reforzar la intensidad del café. Sin embargo, se espera un café de menor calidad que el que produce una máquina de cápsulas, pero aceptable a un costo un poco menor. En este caso, podemos hablar de costos de un poco más de 3 Euros por un paquete de 28 monodosis.

Las variedades más comunes para la cafetera Senseo de Philips incluyen al Natural, Fuerte, Extra Fuerte y Descafeinado en café solo y en Cappuccino, Café con Leche y Latte en el caso de combinaciones.

Conclusión

Estamos viviendo un auge en el consumo de cafés de diferentes sabores, intensidades y orígenes a partir del ingreso al mercado de estas nuevas tecnologías, ninguna tan nueva. Sin embargo, estamos también en una ola de competencia entre las marcas para imponer sus productos. Esto hace que se introduzcan todo el tiempo mejoras y nuevas variedades, por lo que creemos que aún no hemos visto la cresta de la ola.

A partir de estas afirmaciones es que tampoco se puede saber de antemano cuál de las opciones es mejor y cuál se va a lograr imponer sobre las otras. Creemos que la tecnología de cápsulas se ha propuesto como la más innovadora sobre la de monodosis en sobres. Pero también, por el momento, es la más restrictiva desde el punto de vista económico. A partir de esto es que surgen opciones como Dolce Gusto, con un buen equilibrio entre costo, calidad y acceso que la hacen más probable de imponerse en esta difícil competencia.

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