Infusión de hojas de café, un sabor diferente

Infusión con las hojas de café

¿Cuál es la mejor bebida con la que uno puede desayunar cada mañana? Muchos apostarían por el energético y sabroso café, otros tantos por el relajante y exótico té. Sin embargo, lo que nadie pensaría es que pudiese existir, utilizando las hojas de café, una bebida que conjugase los rasgos más positivos de ambos componentes.

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¿Para qué sirve la hoja de café?

Normalmente, son los granos, frutos de la planta, los que acostumbramos a tostar, moler y utilizar en infusión, sin embrago, la hoja de café merecen también una debida atención.

Esta infusión hecha con la hoja de café es muy aromática, saludable y de un interesante sabor. Es así que los amantes del café pueden ahora probar su bebida favorita de una manera muy diferente.

Rico en antioxidantes

Cabe señalar que las hojas de café son ricas en antioxidantes, incluso se asegura que contienen más que el té verde. Al mismo tiempo, su contenido de cafeína es reducido, tiene una cantidad aproximada a la que contiene un café descafeinado. Su sabor es suave, agradable y ligeramente dulce. La infusión no es amarga como ocurre con otros tipos de infusiones.

Dicha infusión, obtenida a partir de las hojas del café de las plantas de la familia Coffea, tiene una alta cantidad de compuestos que protegen al corazón y que influyen de manera positiva a la hora de reducir los riesgos de padecer un infarto o evitar la diabetes.

Además, como señala el estudio publicado en la revista científica Annals of Botany, goza de otras propiedades positivas como más antioxidantes que el té normal, y altos niveles de químicos naturales que también aparecen en el mango y que sirven para atenuar las inflamaciones.

Las raíces históricas del café

No se puede negar que la investigación del grupo liderado por Aaron Davis, un botánico experto en café que forma parte de los Royal Botanic Gardens de Kew, Londres, goza de una visión histórica de la que carecen otros estudios semejantes.

Los científicos han profundizado en las raíces históricas del café. Consultaron viejas bebidas que datan del siglo XIX, así como analizaron 23 variantes diferentes de café. Y han llegado a la conclusión que no existe mejor bebida que ésta.

El «té» de hojas de café no es una costumbre nueva

Esta infusión de hojas de cafeto ha sido consumida en Etiopia, en Sudán y en Sumatra desde hace mucho tiempo, aunque ha sido la forma tradicional de preparar café a partir de los granos tostados y molidos la que ha ganado popularidad en todos los rincones del mundo.

Por lo tanto, no se trata de una bebida completamente nueva. Como señala Aaron Davis, a mediados del Siglo XIX ya se intentó introducir en el mercado occidental, sin mucho éxito.

En concreto, fue presentada en la Gran Exposición de Londres de 1851. “Todo el mundo lo señalaba como el nuevo café”, indica Davis. “Y había un gran número de reportajes sobre sus cualidades”. Estas se traducían en un alivio inmediato de la fatiga y el hambre, así como la capacidad de “limpiar nuestra cabeza de telarañas”.

¿Es verdad que sabía a tierra? Algunos testimonios de la época señalan que era “refrescante”, mientras que otros indican que era “imbebible”. Como dijimos anteriormente, dicho brebaje era relativamente popular en Etiopía y Sudán del Sur, y fue promociona por productores de Sumatra y Java.

Con un alto índice de mangiferina

Permiten además disminuir los procesos de inflamación en el organismo, causantes de diversos problemas de salud, principalmente gracias a su alto índice en mangiferina, compuesto fenólico presente además en los mangos. Las hojas de café concentran muchos más nutrientes y compuestos saludables en comparación a los granos.

La mangiferina es una sustancia natural que reduce el colesterol, los triglicéridos y la glucosa en sangre. Asimismo, tendría propiedades que protegen las neuronas de su normal envejecimiento.

Todo lo bueno, nada de lo malo

“Los potenciales beneficios para la salud del té sacado de la hoja del café, y las bebidas y productos para masticar que se obtienen de las partes carnosas de la fruta de la Coffea, están respaldados por nuestros descubrimientos basados en la alta acumulación de compuestos fenólicos en las hojas del café”. Esta es la principal conclusión que apuntan los investigadores británicos.

En concreto, el fenol que se puede encontrar en dichas plantas es el 5-CQA, fenol que también está presente en el café y en el té verde.

Los fenoles son compuestos orgánicos que se han vinculado con características positivas como la protección de enfermedades cardiovasculares, la ralentización del envejecimiento y la prevención de determinados tipos de cáncer.

Las especies que mostraban de manera más significativa estas ventajas eran, en concreto, las variantes C. arabica y C. canephora, que han sido frecuentemente utilizadas en muchos países asiáticos y africanos.

Además, este tipo de bebida tiene mucha menos cafeína que el café y el té normales, y se señala que es menos amargo que el té normal y menos fuerte que el café.

Con algo de Té y otro poco de Mate

Asegura un experto que el aroma de las hojas una vez preparada recuerda al de la yerba mate tostada.

Mientras que el aroma de la infusión tiene muchos matices similares a variedades del Té Oolong de oxidación alta, como el Da Hong Pao o algún Tie Wan Yin.

¿Cómo se prepara el té de hojas de café?

Para elaborar la infusión con hojas de la planta del café, se recolectan las hojas, posteriormente se lavan, se secan. El siguiente paso es procesar las hojas de café. Estas se muelen y, en el caso de las empresas que la están comercializando, se envasan en bolsitas de té listas para la venta. En forma artesanal se puede realizar esto mismo y se preparar la infusión con un colador fino como cualquier otro té en hebras.

La infusión lograda tiene un color marrón tostado claro e intenso. Su sabor en boca tiene notas herbales frescas combinado con frutos secos tostados, como la almendra. Su sabor es sumamente suave en el paladar, y no recuerda particularmente ni al té ni al café.

Existe actualmente un emprendimiento canadiense que quiere comercializar esta infusión de hojas de café, aprovechando que los granos sólo se pueden recolectar tres meses al año, mientras que las hojas se pueden cosechar todo el año. La idea es utilizar hojas de plantaciones orgánicas de Nicaragua.

Esta iniciativa canadiense pretende reunir fondos para lanzarse al mercado mediante crowfunding, es decir, con pequeños aportes particulares, en este enlace se puede conocer más datos.

Conclusión

Es posible que, dados estos resultados y con esta información, en algún tiempo comience a comercializarse el «té» de hojas de café en forma global. Por ahora se vende, tan sólo, en contadas tiendas de productos ecológicos, aunque algunos distribuidores están intentando introducirla, poco a poco, en el mercado occidental.

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