Para preparar su propio capuchino

Cómo preparar capuchino

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Como buenos amantes del café, nos fascinan las variedades italianas (de las cuales ya hemos hablado aquí) y una de ellas es el capuchino.

Es por ello que hoy decidimos romper con uno de los mitos que ha rondado a los bebedores de capuchino: la magia sedosa del capuchino está más allá del alcance de los “baristas” caseros.

Es una empresa demasiado delicada, tanto como una danza, por lo que es mejor dejar la labor a la cafetería.

Pues, nada de esto es cierto. Un buen capuchino también puede ser preparado por usted, en la comodidad de su hogar y sin la necesidad de haber adquirido ninguna “cualidad” mágica. Veamos cómo.

Por lo general son los norteamericanos quienes, a pesar de su apego al buen café, no han logrado adaptar muchas habilidades para prepararlo, en lo que respecta al común de la población.

Es por ello que pensamos que, con el equipamiento adecuado, usted puede disfrutar de un muy buen capuchino hecho en casa sin demasiado problema.

Errores Comunes en la preparación del capuchino (antes de comenzar)

Uno de los mayores errores en las cafeterías y restaurantes es sobrecalentar yo quemar la leche.

Este punto es crucial, ya que si el café se debe elaborar alrededor de los 92° Celsius y la leche al vapor a unos 70° para un mejor sabor, se puede ver inmediatamente que un capuchino o un latte perfectamente hecho no va a ser sorprendentemente caliente.

Así que la próxima vez que vea a alguien a la distancia preparando la leche al vapor durante unos cuantos minutos (o si comienza a silbar y escupir), este preparado para encontrarse con que el capuchino no estará a la altura de sus expectativas.

Un segundo error fatal sería inducir demasiado aire en la leche, por lo que en lugar de obtener una textura sedosa y cremosa, se obtiene una pila de espuma en formación que desafiará las leyes de la gravedad con sus burbujas.

La introducción de pequeñas burbujas de aire en la leche, estirando suavemente y texturizando crea los mejores resultados.

Si usted tiene una máquina de café con un brazo de vapor, entonces usted tiene el potencial para cocer al vapor, generar la espuma y la textura con sólo un poco de leche (siempre siguiendo las instrucciones del fabricante). Para cappuccino, usted necesita inducir más aire en la leche antes de comenzar a texturizar (que requiere más espuma).

Primeros pasos para preparar un capuchino casero

Como base, utilice leche fresca y fría. Para lo que también necesitará utilizar una jarra para espumar la leche, llenarla con leche de alrededor de un tercio de la jarra a un medio (como máximo).

De esta manera, preparamos la leche antes del café expreso. Ahora estamos listos para comenzar. Asegúrese de escoger una variedad de café de su agrado y de grano confiable.

Coloque la punta del brazo de vapor justo debajo de la superficie de la leche. Comenzaremos a formar la espuma, girando el vapor al máximo (si usted obtiene ruidos agudos cortos, del tipo “tsss”, entonces usted está haciendo las cosas bien).

Si se posiciona demasiado lejos de la superficie, será demasiado tranquilo y no habrá aire introducido en la leche. También, muy por encima de la superficie, será silbante y obtendrá grandes burbujas de aire en la leche.

Bien, la leche y la espuma comenzarán a expandirse; por lo que tendrá que bajar la jarra gradualmente para mantener la punta del brazo de vapor justo debajo de la superficie. Si utiliza un termómetro, la leche debería estar alrededor de los 40 a 45° Celcius antes de que comience el texturizado.

Texturizar

Cuando hablamos de “texturizar”, nos referimos a una operación que consiste en la combinación de la leche al vapor espumosa para generar la textura consistente y cremosa requerida para el capuchino.

Aquí lo que busca es trabajar la espuma de leche en el resto de la leche caliente para generar textura y consistencia. Baje la boquilla de vapor en la leche, el ángulo de la jarra ligeramente y lleve la punta del brazo de vapor hacia el lado de la jarra para agitar la leche.

Dependiendo de la calidad del brazo de vapor, ya que está buscando una temperatura final de la leche alrededor de los 70°C, debería desactivar el vapor antes de llegar a esa temperatura (la temperatura seguirá subiendo un poco). Sólo recuerde no sobrecalentar la leche, ya que si lo hace (más que seguro) estropeará la textura y el sabor.

Ahora sólo debe eliminar las burbujas de aire excesivas golpeando la jarra sobre una superficie de trabajo adecuada.

Mientras, mantenga la consistencia de la leche haciendo remolinos en la jarra, ya que comenzará a separarse después de los procesos de calentamiento.

Sólo resta preparar el capuchino en una taza apropiada.

Para ello se recomienda utilizar una taza cuya capacidad no sobrepase (en lo posible) los 200 milímetros cúbicos (ya que tradicionalmente se considera la medida entre 150 y 170 milímetros cúbicos).

Por lo general, estos pasos previos son similares para cualquier café expreso.

Por ello, es el momento de transformarlo definitivamente en un capuchino. Para ello, usted debe verter un tercio de espuma de leche antes de verter la leche texturizada y vaporizada.

Cuando este proceso se utiliza para un “latte”, el énfasis se coloca al verter leche al vapor con textura que tenga un toque de espuma.

Allí radica la diferencia principal. Pero siempre recuerde que debe mantener el brazo de vapor impecablemente limpio junto con el resto de su equipamiento.

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