No hay duda alguna de que una pasión del ser humano tan grande como el consumo de café está estudiada ampliamente. La fascinación del hombre por el café solo se iguala en la extensiva literatura al respecto. Sin embargo, se suele pensar al café como simple “vehículo para la cafeína”, cuando en realidad es una bebida muy compleja.
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Comunidad Científica y el rendimiento
Ésta es también la razón por la cual, por lo general, los científicos “van y vienen” en sus opiniones respecto de si el café es bueno o malo para la salud. El café posee cientos y cientos de compuestos diferentes. Por ello su consumo (especialmente si es acompañado de cigarrillos u otros) puede conducir a resultados de salud muy diversos. Puede ser bueno para algunas cosas y malo para otras (por ejemplo, para la diabetes o la depresión), y eso es lo que genera esta “oscilación” en la comunidad científica. Pero hay ciertos aspectos que si pueden afirmarse. Uno de ellos es el consenso del efecto del consumo de café en el rendimiento de un ser humano, en especial en lo que respecta a sus capacidades cognitivas.
La cafeína y el rendimiento cognitivo
La cafeína se ha demostrado efectiva para mejorar varios modos diferentes de funcionamiento respecto al ejercicio, incluyendo la resistencia, actividad de deporte de equipo de alta intensidad y el rendimiento fuerza-potencia. En una serie de investigaciones, McLellan examinó los efectos de la cafeína en las unidades militares de las fuerzas especiales que se someten rutinariamente a formación y las operaciones en condiciones de privación de sueño, donde el estado de alerta y la observación diligente son cruciales para la asignación.
En los estudios, la vigilancia se mantuvo o aumentó, como las medidas de rendimiento físico, los tiempos de ejecución y la finalización de una carrera de obstáculos, que también mejoraron por los efectos del consumo de cafeína.
Ésta y otras investigaciones parecen sugerir que la cafeína proporciona una ayuda ergogénica eficaz para los individuos (pero no limitado a largos períodos de privación del sueño, en individuos entrenados y no entrenados).
La cafeína en estas condiciones ha demostrado mejorar los parámetros cognitivos de la concentración y el estado de alerta, así como también puede beneficiar a los atletas en cuanto a resistencia tanto física como cognitiva. Por lo tanto, es correcto afirmar que la cafeína tiene un efecto ergogénico, mejorando la capacidad para hacer la tarea o ejercicio, probablemente a través de un camino que conduce a la adrenalina elevada y un aumento del flujo sanguíneo hacia el corazón y los músculos.
A este respecto, cabe mencionar que EFSA ha confirmado que una relación de causa y efecto se ha establecido para el consumo de cafeína y el aumento de la performance y la resistencia. Los efectos son más evidentes en deportes de resistencia, tales como correr, montar en bicicleta o remo.
Entonces, ¿el café me “despierta”?
La literatura científica asociada con la administración de suplementos de cafeína es extensa. Es evidente que la cafeína posee un claro efecto ergogénico en lo que refiere al rendimiento deportivo, pero es específica a la condición del atleta (así como en intensidad, duración y el modo de ejercicio). Pero cabe mencionar que la cafeína es más potente cuando se consume en un estado anhidro (cápsula o comprimido, polvo), en comparación con el café.
En cuanto a los tiempos y el efecto, no está definido, ya que se detectaron pruebas de su eficiencia en un paraguas que cubre desde los 15 minutos de consumido el café a los 60 minutos.
Por otra parte, no existe evidencia de que un consumo alto (≥ 9 mg / kg) genere un mayor beneficio. Esto es importante, ya que si bien se conoce que el bajo consumo (~ 3-6 mg / kg) de cafeína no proporciona un aumento del rendimiento, tampoco aumentará si nos excedemos en su consumo.
Pero si ha quedado claro que, ante la privación del sueño la cafeína aumenta el estado de alerta (y puede mejorar la resíntesis de glucógeno durante la fase de recuperación de ejercicio).
Es importante mencionar que, ante la creencia popular de que “el café deshidrata” o “hace mal cuando hace calor”, no sólo que quedan absolutamente desmentidas, sino que varios estudios no han demostrado ningún de cambio en la tasa de sudoración (no traspiraremos más a causa del café), pérdida total de agua o un cambio negativo en el equilibrio de líquidos que pueda afectar negativamente al rendimiento, incluso en condiciones de estrés por calor.
De esta manera, podemos concluir satisfactoriamente que el consumo de café moderado es extensamente beneficioso para el desarrollo de nuestras tareas diarias en cuanto al rendimiento y continúa constituyendo un aliado delicioso para los trabajadores alrededor del mundo.
Fuentes: Coffee&Health, Journal of the International Society of Sports Nutrition, Harvard School of Public Health, European Food Safety Authority – EFSA.