Las personas amantes del café, también aman los postres con café, por eso para mimarlos un poco, compartiremos dos recetas dulces sencillas y tentadoras.
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La primera alternativa se trata de un “Milk shake de café a la naranja” o “Batido de café a la naranja”.
Es una receta rendidora, rápida y riquísima. Para prepararla se necesita de 1 litro de leche, 4 cucharadas soperas del café soluble que deseen, 1 vaina de vainilla, 2 copas medianas de licor de naranjas, 200 gramos de azúcar y 4 cubitos de hielo. Se comienza por disolver bien el azúcar en la leche hirviendo, y se sumerge la vainilla. Una vez fío, se lleva a la heladera. Se retira al momento de servir previa batida con mixer o licuadora, el hielo y el licor de naranjas. Cuando esté bien batido se vierte en copas alargadas y a cada una se la cubre con una capa delgada del café en polvo. Resulta un postre o merienda fabuloso con un sabor intenso combinando el cítrico con café.
Los “Almendrados de café” son excelentes para la sobremesa
Acompañados de por una tacita de expreso o el tipo de café que más guste. En este caso se utilizaran 40 centímetros cúbicos de café soluble, 30 centímetros cúbicos de aceite de maíz o girasol; 4 huevos, 30 gramos de almendras tostadas, 150 gramos de azúcar integral o rubia, 180 gramos de manteca y 50 gramos de harina.
Primeramente se tienen que incorporar los ingredientes secos: las almendras molidas, la harina y el azúcar. A éstos se le suman las 3 claras amasando ya con las manos. Inmediatamente se vierte la manteca previamente fundida, y el café. La clara que queda se bate a punto nieve junto con un poco de azúcar a gusto para incorporarla con movimientos envolventes a la masa en el boul. La mezcla obtenida se vierte en un molde topo corona o savarín, enaceitado para llevarlo al horno (previamente calentado) por 15 minutos a temperatura media. Una vez listo se retira para desmoldarlo sobre una rejilla haciendo que se enfríe. Se corta entonces sí, en rodajas crocantes y sabrosas.