«Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una mesa. Luego entran dos personas:
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– Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres » cafés pendientes» – Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van.
Pregunto:
– ¿Cuáles son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
– Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés – pagan normalmente.
Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
– Tres son para nosotros, y cuatro “ cafés pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan.
Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos.
Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería.
De repente, en la puerta aparece un hombre vestido muy pobre y pregunta en voz baja:
– ¿Tienen algún «café pendiente«?
Este tipo de caridad, por primera vez apareció en Nápoles. La gente paga anticipadamente el café a alguien que no puede permitirse el lujo de una taza de café caliente. Allí dejaban en los establecimientos de esta manera no sólo el café, sino también comida.
Esa noble y generosa costumbre de los «cafés pendientes» ya ha salido de las fronteras de Italia y se ha extendido a muchas ciudades de todo el mundo.
Repercusiones y «efecto contagio»:
Gracias a las redes sociales, esta práctica ya “se ha extendido a varios países, con muy buena respuesta de la gente”, expresaba la concejal socialista Viviana Yawny al momento de presentar el proyecto, que el Concejo Deliberante de Río Cuarto (Córdoba, Argentina) confirmó estos días.
“Esta acción recién comienza, y necesita de difusión para que más personas dejen cafés pendientes, y se generen lazos solidarios partiendo de los pequeños gestos, quienes lo conocen saben que es una buena idea”, continúa en sus explicaciones.
Tras la aprobación del proyecto, la Subsecretaría de Desarrollo Social lo implementará invitando a todos los locales gastronómicos y quienes estén interesados, recibirán todo el material identificatorio, a fin de que los clientes sepan que allí pueden colaborar.
Además, se confirmó que se colocará una urna identificada con el logo de “Café pendiente” donde se depositarán los importes correspondientes a los cafés donados, luego en colaboración y coordinación con la Subsecretaría de Promoción Social los bares adheridos elegirán los lugares (instituciones, vecinales, copas de leche, iglesias u otros) a los efectos de llevar los «cafés pendientes”.
En tanto, varios locales gastronómicos de Capital Federal y Gran Buenos Aires se sumaron a la propuesta, que se encuentra en plena gestación a través del grupo de Facebook Café Pendiente. Pero no sólo en Argentina se ha extendido esta iniciativa: muchas cafeterías y restaurantes de España, México y otros países de Latinoamérica ya ofrecen este sistema que contagia solidaridad. Bienvenido sea!
Fuentes: thob.org / lv12.com.ar